Vuelvo a tí cómo en un vago sueño,
fiscalizo cuentas de colores y trato de vagar descalza
entre la perpetuidad de las nubes rosaceas.
Pertenezco a la hoguera de los insomnios,
rasgo sensaciones y gimo placeres por placer,
construyo castillos cristalinos y me visto
cual genio en Estambul...
Pero, a veces, cuando me doy cuenta,
y estoy junto a tí, escondo cuerda y anzuelo,
cuido no romper modales ni sacar estratagemas
porque a tu lado nada se puede mas que ser imposible
y jugar entre los dedos de las manos la fantasía de verte.
Una vez, dos veces, tres, las que el insomnio
me permita crear soñar que estamos juntos,
que podré tocar tu rostro, acariciar las llagas de tus recuerdos,
la fuerza de tu cuerpo y dejar entres a mi humedad,
cubrirte de agua, fuego, sexo
y enloquecer a tu lado sin pensar en cuidar la postura
o asirme al sarcasmo,
Mojarte y que me voltees sin piedad
ni clemencia en las orillas
de tu cama, estar entre y sobre tus piernas,
tu sexo en mis adentros,
Mojarte, mojarnos y sentir tu lengua en mi sexo,
desfallecer.
Esto es una quimera, eres una quimera...
Más sé bien, que de todos los sueños, imposibles
e insomnios, tú eres el deseo mas
armonico al que deseo, con deseo, estar atada
y desnuda esta noche...
Dame vueltas en tu esfera
y déjame entrar...
