Y que tu palabra me enamoró.
Tu palabra sin sangre, sin deudas,
tu palabra sin gritos desesperados ni riñas,
Sin trata de blancas ni machismo impregnado.
Tu boca que me llena, me sacia de sueños,
me das un sueño en cada palabra, en cada beso estelar,
me vuelco a tus palabras volcán.
Me echo a tus mares, a tus redes sin fronteras, amor.
A tu piel que me forma, me deshace y me desfila a cada segundo.
Tu nombre que repito en sueños y busco metaforas y metamorfosis
para seguir colgada en nuestros gemidos.
Ni la luna o el sol pueden calmar la caída deste ser
que provocas se volque en sin sentidos.
Mis manos buscan tu cuerpo, te rodean, bajan, suben, se estiran
como la ola en el climax del derrumbe, el repliegue que anuncia
el tsunami de besos que te voy a dejar.
A cada letra baratija cursilona encendida de pasión,
me haces estremecer, girar, dormir a tu lado, duermo a tu lado.
Cometa de enredaderas frente a las palapas mientras tu voz me pesca,
me pescas y tejes como el pescador a la atarraya, atas mis piernas
a tu lancha de deseos, me cargas diario de suspiros, de voces de amor.
Tu palabra que me hace renacer, que me murmura esperanza de un mundo mejor,
tu aliento que me devora, me lame, me sonríe, me chupa, me atrae como
el marinero a la sirena a medianoche.
Tu palabra leyenda detrás del muro, lo rompiste,
me calmas como al mar en furia de octubre.
Esto no es normal, lo sé,
esto no es disfraz, lo sé,
esto no es sueño, lo sé,
esto es amor, lo sé.
Yo que odio etiquetas y me voy en tu panga,
navego entre tus piernas, entre el tejido de tu dermis.
Las fracciones de tiempo no me alejan, me acercan más a tí, amor,
mi dulce vidita con la que sueño y realizo diario el amor.
Hago el amor contigo, después de no sé cuantas guerras,
hago el amor contigo, entre un país desbaratado
y niños perdidos.
Vuelo a tì, te espero, me rindo, me busco
y me hallo en tu corazón.
Sin caretas ni fusiles o armas biólogicas,
sin presupuestos ni deudas externas,
sin sangre ni corrupción.
Me dejo allanar, entras en mi con tus palabras y caricias,
con tus múltiples sonrisas y tu voz entrecortada a veces,
y a veces, me encelo de la prisa, la sábana, tu almohada
y el aíre que respiras.
Y tu abrazo me calma, tu voz pone fin al caos,
tu sexo me compenetra al éxtasis infinito
y la llegada de la súblime rendición.
Tu palabra en mi piel, tu pasión quemando el clítoris,
tu lengua obsena que inventa idiomas en mis entrañas,
hasta deshacerme y volverme muda,
tu falo que cubre la vía láctea destos senos, amor.
Me caigo en tí, me quedo quietecita para
dejar que me toques y beses.
Mi cuerpo felino te redondea y te llama,
maullo en tu boca, gimo a tu oído
y vuelo sobre tu piel.
Te amo de madrugada, tarde, noche, mañana.
El mar es nuestro testigo, el tráfico lo sabe.
Aquí no hay narcomenudeo ni narcomayoreo,
aquí la droga es nuestro amor.
¿Puede alguien destrozarnos cuando ya vivimos amándonos? No.
Porque en este universo, sólo existimos los dos,
sòlo está la fuerza de nuestros cuerpos, dormidos,
embaucados y embarcados en eso, que prohiben las reglas,
que prohibe el Estado y se empeña en no dar.
La felicidad.
La felicidad al despertar abrazados,
en el parasiempre feliz.
Y somos felices para siempre.
Sentencia de palabras y de nuestro absolutismo apasionado,
repleto de felicidad, amor.
Hercilia Gato 011`
Tu palabra sin sangre, sin deudas,
tu palabra sin gritos desesperados ni riñas,
Sin trata de blancas ni machismo impregnado.
Tu boca que me llena, me sacia de sueños,
me das un sueño en cada palabra, en cada beso estelar,
me vuelco a tus palabras volcán.
Me echo a tus mares, a tus redes sin fronteras, amor.
A tu piel que me forma, me deshace y me desfila a cada segundo.
Tu nombre que repito en sueños y busco metaforas y metamorfosis
para seguir colgada en nuestros gemidos.
Ni la luna o el sol pueden calmar la caída deste ser
que provocas se volque en sin sentidos.
Mis manos buscan tu cuerpo, te rodean, bajan, suben, se estiran
como la ola en el climax del derrumbe, el repliegue que anuncia
el tsunami de besos que te voy a dejar.
A cada letra baratija cursilona encendida de pasión,
me haces estremecer, girar, dormir a tu lado, duermo a tu lado.
Cometa de enredaderas frente a las palapas mientras tu voz me pesca,
me pescas y tejes como el pescador a la atarraya, atas mis piernas
a tu lancha de deseos, me cargas diario de suspiros, de voces de amor.
Tu palabra que me hace renacer, que me murmura esperanza de un mundo mejor,
tu aliento que me devora, me lame, me sonríe, me chupa, me atrae como
el marinero a la sirena a medianoche.
Tu palabra leyenda detrás del muro, lo rompiste,
me calmas como al mar en furia de octubre.
Esto no es normal, lo sé,
esto no es disfraz, lo sé,
esto no es sueño, lo sé,
esto es amor, lo sé.
Yo que odio etiquetas y me voy en tu panga,
navego entre tus piernas, entre el tejido de tu dermis.
Las fracciones de tiempo no me alejan, me acercan más a tí, amor,
mi dulce vidita con la que sueño y realizo diario el amor.
Hago el amor contigo, después de no sé cuantas guerras,
hago el amor contigo, entre un país desbaratado
y niños perdidos.
Vuelo a tì, te espero, me rindo, me busco
y me hallo en tu corazón.
Sin caretas ni fusiles o armas biólogicas,
sin presupuestos ni deudas externas,
sin sangre ni corrupción.
Me dejo allanar, entras en mi con tus palabras y caricias,
con tus múltiples sonrisas y tu voz entrecortada a veces,
y a veces, me encelo de la prisa, la sábana, tu almohada
y el aíre que respiras.
Y tu abrazo me calma, tu voz pone fin al caos,
tu sexo me compenetra al éxtasis infinito
y la llegada de la súblime rendición.
Tu palabra en mi piel, tu pasión quemando el clítoris,
tu lengua obsena que inventa idiomas en mis entrañas,
hasta deshacerme y volverme muda,
tu falo que cubre la vía láctea destos senos, amor.
Me caigo en tí, me quedo quietecita para
dejar que me toques y beses.
Mi cuerpo felino te redondea y te llama,
maullo en tu boca, gimo a tu oído
y vuelo sobre tu piel.
Te amo de madrugada, tarde, noche, mañana.
El mar es nuestro testigo, el tráfico lo sabe.
Aquí no hay narcomenudeo ni narcomayoreo,
aquí la droga es nuestro amor.
¿Puede alguien destrozarnos cuando ya vivimos amándonos? No.
Porque en este universo, sólo existimos los dos,
sòlo está la fuerza de nuestros cuerpos, dormidos,
embaucados y embarcados en eso, que prohiben las reglas,
que prohibe el Estado y se empeña en no dar.
La felicidad.
La felicidad al despertar abrazados,
en el parasiempre feliz.
Y somos felices para siempre.
Sentencia de palabras y de nuestro absolutismo apasionado,
repleto de felicidad, amor.
Hercilia Gato 011`
