Tu nombre tiene fama de guerrillero,
o de La importancia de llamarse E.
Pero me gusta pensarte así, subversivo,
guerrillero unificador en tus comunidades.
Hombre sin miedo.
Yo que siempre corro como gata asustadiza cuando
siento rubores o enloquezco de emociones.
Ahora corro hacia tí, me corro en tu sexo, cedo a tus fantasías
que son las mismas que las mías.
Benedetti dice que el Olvido esta lleno de memoria, yo le tiraba más a Borges:
"LA meta es el olvido, yo he llegado antes".
Pero ni lo uno ni la otra, pese al polvo de las calles, la tensa calma, el avance del narco, la violencia institucional, la traición, el tiempo, la vejez, las malas decisiones, los años.
Hoy me dices que soy "tú chica". Y yo febril, con el frío que se calienta en mi sexo, te creo. Pero
No le tengo miedo a los narcos, si acaso a los matones de los caciques, tampoco el tsunami o el temblor me dan miedo, o el huracán.
Me da miedo las emociones, ver rosas fosforescentes, gatos de Sheshire, fumar lo que la oruga adicta, mi mirada caleidoscopio perdida en ti. Sentir.
Decirlo otra vez.
Pero tu voz me apacigua, hace que crea que el bien puede existir, que se puede soñar, que hoy no habrá desaparecidos, que las mujeres llegan sanas a sus casas, que los hombres reciben mejor salario.
Tu nombre me sabe a revolución, a médico que cura las penas y une países, también a mar, imagino el sabor de tu piel, tu sexo hermoso y tu semen recorriéndome.
Soy Antígona luchando por verdades,soy Casandra a la que no le creerás (o tal vez sí).
Yo te miro dese hace tiempo, tu mirada suave, de nubes celestiales, tu cuerpo fuerte como mármol, tu voz, eco en mis silencios.
Pero vuelvo a tu nombre, una revolución cubana contigo en mi
almohada.
Tu ser, te quiero...
Hercilia Gato 022'