sabato 23 aprile 2022

Aquí nadie llora


No lloré cuando te fuiste, al contrario, me sentí libre, cambié mi perfil de redes y me desnude. 

No lloré, me apropie de mi cama, porque siempre fue mi cama, y me sentí mujer otra vez, 

No lloré, dormí después casi una semana, digeri el dolor en el sueño, la traición que me hería, varias veces caí, como una pesadilla y desperté. 

No lloré, me puse mal, y vinieron mis amigas, a las que alejé para que no te ofendieras, para que ni el viento te molestara, dejé que cerraras las ventanas. 

Y nada hubiera cambiado, yo seguiría en el limbo, dormida como una tortuga, lenta y pasiva. 

No lloré más que una vez, pero no por ti, por mi, y toda la alegría y el tiempo perdido.

 Insisto en el tiempo porque ese jamás vuelve, porque crecí aprovechando los minutos, viviendo al límite porque desde antes pronosticaron mi muerte una y cien veces. 

2

Yo dejé a Dios cuando lo necesite y no apareció, vi que era mentira eso de que está en todos lados, porque no estuvo cuando mataron la inocencia de esa niña que fui, que ya no volvió 

Abracé a la muerte, me encomende a sus decisiones, siempre, cada noche, como desde que tengo conciencia, rogándole que me dejara vivir un día más.

Negociaba con ella, fingía podía hacerle trampa y la volví mi cómplice, mi mejor amiga. 

Algunas veces le pedía que me dejara llegar a los 18 y viniera por mi, y mientras pasaron los años sobreviví. 

Leí lo más que pude, corrí sin parar, abracé cuando pude, hice lo que hice para sobrevivir, resistir, reír, vivir. 

Y pese a todo te ame... 

3

Hoy se cumple un mes de tu partida, pensé que no sentiría, y de hecho, no siento nada, más que dolor. 

"No se puede sacar sangre de una roca", dice el dicho. 

Yo no pude contigo, pero tampoco me he permitido llorar en serio, explotar como se debe, porque la verdad estoy esperando que mi cerebro haga lo suyo, rompa en mil pedazos, me electrocute y pierda el control, 

Para así medio morir, y luego renacer, volver a sentir. 

4

Los gatos siguen aquí, son mi tesoro, no te extrañan, viven pendientes de mis movimientos y yo de ellos. 

Vienen mis aves y danzan sobre mi cabeza, algunas veces pasan tan cerca del suelo y de mi, que creo me van a tumbar, han traído más amigos, la casa empieza a volverse una fiesta para las aves. 

Las plantas florecen , brotaron lirios de no sé donde, nació una amapola y una maracuya(pensé murió con el último huracán), trasplante el aguacate, el tamarindo, un papayo, una guaya y un guanabano, las marañonas también viven, nada ha muerto, nadie ha muerto aquí como pensabas que pasaría. 

Nadie muere, hice un trato con las plantas y los animales, simple: Aquí nadie se muere mientras yo esté, prohibido morirse, no se permite perecer. 

5

Ahora le rezo a la vida y la muerte, a la una para seguir y a la otra para sobrevivir, que no siempre hay ganas de estar, pero se debe hacer (aunque a veces no sé para qué). 

6

No lloré, no lo he permitido, me rezo y me creo mis propias frases: No se le llora a quien te daña. 

Para no olvidar te escribo, para no olvidarme recuerdo, porque yo todo lo recuerdo y nada olvido. 

No lloré, pero confieso que madrugadas como hoy, me dan ganas. 

Pero aquí nadie llora, todos resistimos, maullamos, cantamos, gritamos, leemos y sobrevivimos. 

Pese al dolor, pese a la traición, pese al capitalismo, pese al machismo, pese a ellos. 

Vivo, respiro. 

Aquí nadie llora. 

Hercilia Gato          022' 






martedì 12 aprile 2022

Confesión

 

Hoy estuve tanto en mi, que mi cerebro se silenció tanto que en unos segundos pude haber muerto. Me sorprendí, sigo impresionada de lo maravilloso que es el cerebro, las reacciones químicas que nos pueden llevar a situaciones extremas. No han sido buenos días para mi mente, sé los factores socio económicos y ambientales que han derivado mi cerebro esté en automático. Hoy no me ha interesado nada, pero tampoco quiero mencionar por enésima vez lo que ha pasado. 

Salí de la casa a hacer unos pagos, pagar el agua al ayuntamiento, ir a hacer el trámite del IMSS, porque podré ser todo menos mala ciudadana, hay que mantener al sistema como debe, aunque este no sepa ni una micra lo que vive cada ciudadano.  Salí molesta, no estaba molesta hasta que mi mejor amiga estuvo recordando y recordando el hecho de mi separación de pareja, que le contó a su mamá que mi ex se había ido con un dinero, que el tipo en cuestión - eso es mío- era odioso, y habló tanto de lo que no quiero mencionar que me harté y le dije que parecía más enojada ella que yo que sabía como han estado las cosas en mi vida personal. Así que salí enojada, caminé hasta el agua y le marqué a alguien para hablar, no respondió, así que le mandé mensaje disculpándome, todavía me disculpo sin haber hecho nada, le iba a marcar a alguien más, sentía la necesidad de hablar de lo que me molesta, pero obvio, mi superyo castigador me dijo que nel, que no tiene caso mandarle mensaje a nadie cuando nadie quiere escuchar de ti, saber cómo te sientes, para qué pues arruinar el día ajeno. "El respeto al derecho ajeno es la paz", dijo Benito Juárez. 

 

Me detuve afuera del Hospital General, una parte mía quería entrar, pero decidí silenciar mi cerebro y acabarme los últimos datos en tuitear lo que veía, Una flor morada que pienso es una especie de orquídea, no soy bióloga ni menos botánica, una avellana silvestre, esas que saben a sandía y hay donde crece la maleza. Estuve bajo un ficus, leyendo curiosamente que resulta estos árboles pueden ser parasitarios y destruir otras especies pues nacen en cualquier sustrato. Pero los árboles del hospital y cercanos a este dan una hermosa sombra y tienen muchas aves que cantan hasta dejarte sordo, amo eso, cuando el sonido te puede ensordecer hasta relajarte. Me detuve a decidir si terminaba mis trámites, y nuevamente di vuelta, sufro autosabotaje desde no sé cuando. Luego seguí caminando, y caminando, vi las lluvias de oro que hay atrás de Telmex, los carros pasar, sentí el sol del mediodía, regresaba a casa, lo ´ultimo que recuerdo antes de silenciar mi cerebro es que vi a un hombre tirado afuera de un Oxxo, un sin techo, con la mirada perdida, de unos 50 años, sucio, sin motivos para moverse, porque, ni siquiera estaba dormido, sólo tirado ahí, sobre el cemento, esperando no sé qué.

 

Luego seguí caminando y frente al tráfico se silenció, me desconecté unos segundo y pensé en y sí...luego un clic y me di cuenta que no estaba en mi, le mandé mensaje a una persona especial, respondió, le dije que no podría, pero respondió como yo le respondía esa personita especial que un día amé, dijo, está bien. Yo esperaba un tranquila, todo va a pasar. A veces requiero de mentiras piadosas, de palabras dulces, no de verdades ni aprobaciones o regaños. Sólo palabras amables, pero eso le cuesta mucho a la gente, ser amable con el prójimo. Si algo he aprendido de tantos años de estar en hospitales, ir a visitarlos, trabajar en un Centro de Salud, es que el paciente, "el enfermito", dirían las compasivas enfermeras, el pacientito, dicen los doctores, el enfermo no necesita más regaños o aprobaciones, sólo palabras amables, o que nos dejen hablar y escuchar. Pero desgraciadamente ni la sociedad ni el sistema de salud que existe en nuestro país son suficientes para tener personal capacitado cuando se requiera. Hay pacientes como yo que requerimos con urgencia neurosiquiatras, pero ni el Instituto Mexicano del Seguro Social o la Secretaría de Salud dan a sus enfermos lo que necesitan. 

 

En mi caso la epilepsia me lleva a tener episodios depresivos y ataques de ansiedad crónicos, sé que hay más epilépticos que no pudieran escribir esto, pero si lo leen, de verdad, busquen un neurosiquiatra, eso ayuda mucho, Yo no tengo ninguno a la mano, sólo  la virtud o ventaja de que mis capacidades neuronales me ayudan a buscar autoayuda, en el episodio que tuve hoy, de autolesionarme, llegué a casa a buscar información sobre el paciente suicida, cómo tratar al paciente suicida y el paciente suicida y su relación con la epilepsia, también leí un texto de Guillermo Osorno sobre la psicoterapia y su experiencia con el psicoanálisis, con los psicoanalistas, y descubrí que hay un gran porcentaje de suicidas que son epilépticos, algo que me da miedo, supongo que me de temor es bueno, pero la ayuda que requiero no existe en un lugar como Zihuatanejo, qué decir Guerrero, el IMSS tiene pocos neurólogos y psiquiatras, y los derechohabientes son demasiados. En mi caso aún no acabo los trámites, se me han cruzado en el camino de casi acabarlos, las malditas vacaciones, las deudas y un imbécil que se fue y me hizo perder 4 años de mi vida. Lo último lo digo a conciencia pura. Siento que he perdido un tiempo valioso buscando al final lo que nunca encuentro. 

 

Hoy con lo sucedido, busqué hablar, de verdad, pero sólo encontré oídos cerrados, silencio, y luego llegué a casa, donde Jesús, el nuevo compañero de arte, que llegó así nomás a esta vida, ya estaba con Rosa  trabajando en esta casa tan vieja y abandonada y llena de fantasmas. A veces he pensado que mi destino es convertirme en un fantasma más como los de esta casa, un fantasma en vida, escuchando el canto de los pájaros y viendo a los gatos pasar de un lado a otro. Llegué a casa sin ganas de hablar, casi no he hablado más que al final de la tarde noche, sé que debo hacerlo para interactuar con humanos y no parecer alguien mal, pero el intentar hacerlo, o mejor dicho que me pidan en estos momentos mi opinión se me hace desatinado. Rosa no paró de bromear que destrozara la mesa vieja que usaba Iván para su carpintería, le dije que estoy en un momento de no tener ganas, en realidad otra vez me siento desmotivada, después del acto sin cuestión, siento que algo se rompió en mi y sólo tengo un vacío, como si me hubiera muerto y regresado para vivir en silencio, Sé que esto que me pasa es derivado de cuestiones emocionales, algo que toda mi vida he intentado evitar, sentir, porque cuando siento, sé que pueden lastimarme. Toda la vida, desde ciertos episodios mi forma de expresarme ha sido escribiendo, pintando o cocinando. En parte por la ausencia de padres que tuve, ellos ya estaban demasiado en su mundo cuando nací, ni me esperaban, já. Pero el abrirme a las emociones, al sentir, al dar ternura, sentir apego, unión, todos los pensamientos positivos se caen cuando descubro errores en las personas. Yo no soy la excepción, puedo ser demasiado imperfecta, pero sé aceptarlo, hay gente que no.

Vino también Wong a casa, después de no sé cuánto, y al final, dígamos que la casa se cubrió de colores y arte, de gatos y artistas, pintores, creadores de contenido como Rosa, y un cineasta que en un futuro será famoso, Jesús. Y bueno, que mi cerebro funcionaba bien hasta pasadas las 11 de la mañana, después de que me hicieron enojar, todo cambió. Sé que la ira no es buena, que no debí contenerme y lo mejor hubiera sido ser más tajante, pero hasta para ello estoy apática. Bueno, a excepción de algo, que no sé si se va a cumplir. Depende de cómo pasen las vacaciones,que ya van dos días perdidos y no veo claro se compongan las cosas. Dígamos que estoy al límite de la paciencia, también.  Mi cerebro agradecerá cuando la casa quede en silencio, casi total. 

                                         (...)

Hablemos de Erre, le llamaremos Erre porque hoy descubrí que mi cerebro está borrando su imagen, yo no quiero olvidar su rostro, pero no pude recordar su nombre pese que leí a Osorno y lo recordé. Erre era psicólogo, pero un psicólogo joven que conocí por un lejano 2007. "Con toda una vida por delante". El tiempo pasa tan rápido y hay rostros que no se olvidan. Erre y yo coincidimos con el arte, con la literatura y el psicoanálisis, pero él era más lacaniano, yo tengo algo freudiano que resolver y amo a Freud, aparte que por mi enfermedad he estado cerca de estos especialistas.  Nos conocimos peleando, bueno, yo con mi determinación de no dejar de mencionar que todos los alcaldes son corruptos, y él, siendo el sobrino de uno de ellos. Fue el arte lo que nos unió, el estar con Lorena y los demás, en este momento, sino hubiéramos sido tan inexpertos, tal vez tendríamos un local lleno del arte de Lorena, Epi, Micyaotl, y yo. Sin embargo lo nuestro era ser jóvenes, nadie tenía más de 30 y algo, si acaso. Pero Erre y yo empezamos a escaparnos, a citarnos para irnos a tener sexo, yo sabía que él tenía novia, en farfaraway, él decía amarla, pero nos acostábamos y nuestras tantas noches con lluvia, calor, sin ella o con el aire acondicionado en los diferentes lugares que íbamos, ha sido lo más cercano a la paz mundial que he tenido en la vida. No vi en qué momento su tristeza era depresión, tal vez por eso, porque estaba depresiva. Uno de esos días, me dijo que se iba a suicidar, yo le dije lo que no se debe decir: Hazlo, suícidate. Porque siempre he pensado el suicidio debe ser un derecho, morir como quieras, como sea, dónde sea, a la hora que se te pegue la gana. No supe leer que mi respuesta debió ser una pregunta, preguntarle qué pasaba o si se sentía mal por algo. Fui tajante, tal vez por esa envidia que siento de los suicidas, que no se quedan en el intento como una que escribe. Erre se suicidó a los pocos días. Erre es una muerte que traigo desde hace años en mi conciencia, me recuerda lo que no debí decir, que hay, habemos, pacientes suicidas sin siquiera manifestar algún síntoma. Erre se colgó, lo encontraron en su habitación, no pude ir a su funeral, no pude llorarlo, no pude hacer nada. Erre era un amor. Hablemos de que hay muchas y muchos Erres en espera de ser escuchados, y que debería ser deber ciudadano, principio humano, escuchar al prójimo, aunque nos aburra tanto saberles vivos.  Aunque la rutina nos harte, aunque el sistema nos mate, aunque el capitalismo avance, deberíamos escuchar más, y ser escuchados, por derecho humano. 

Hercilia Gato 022' 


 

lunedì 11 aprile 2022

A veces

 A veces me extingo, 

me vuelvo invisible, como si el fuego 

de mis deseos desapareciera. 

 

Qué es el deseo si no la suma de necesidades

ine-xis-ten-tes. 

Hay una gota que se quiere escapar de mis ojos, 

pero no la dejo, no la dejaré...

 

No quiero que sepa la realidad. 

En realidad, ya la abandoné, 

paranosentirla, paranosentir 


Hercilia Gato 022

 

venerdì 1 aprile 2022

Espera


Hay una palabra que contengo:

 












 

Miedos

Tengo las horas contadas, tan contadas, que no puedo ni cambiar mi testamento (sí, yo sí tengo testamento 27 años ha). Tengo mie...