martedì 30 agosto 2011

El tabú de tu piel

El tabú de tu piel que me prohíbes,
olor de olas y caoba que ronda mi ser.

El tabú de tu piel durazno,
que reverdece a la sombra de la parota.

El tabú de tu piel prohibida,
cascada de besos que recorren mis senos.

El tabú de tus pies en nubes,
sueños de papel acariciando el mar.

El tabú de tu sonrisa,
tímida luz que me ampara de la oscuridad.

el tabú de tus ojos cristal,
sentencia de canciones en el invierno feroz.

El tabú que se vuelve letras,
trato de alcanzarte, de seguirte, amarrarme a tu espejo
y cruzar el cinturón de Orión.

El tabú de la lluvia en mi piel,
ausencia de tu calor que me hace llorar,
que me hace seguir loca de tus sueños sin aún tomar...

El tabú de tu piel que me sabe a miel,
escondite de mis placeres más bajos, secuencia de orgasmos tecknicolor,
insomnio trepidatorio de sonidos que me mojan,
me acuesto para ti, en tí, sobre ti,
para que subas en mi, sobre mi, abajo de, arriba de,
remolino de caricias que no alcanzo a comprender.

El tabú de tu mirada devoradora,
arcángel que se posa sobre las olas
y quema los lirios, protesta de mis gritos, mis orgasmos,
mi humedad entregada a tus arenas y valles.

El tabú de tus manos abrasadoras,
que queman el iceberg y entran raudos a mis interiores,
cenit de conjuros contra la calamidad,
fuego que me enreda y sofoca hasta decir más.

El tabú de tu piel,
que no puedo terminar de describir porque aún
no termino de conocer,
laberinto de minotauro donde mi lógica pierde,
donde solo deseo descansar
de deseos y amor que aun no logro consumar...

Me pierdo, me acuesto, me aloco
al tabú de tu piel hasta la perdición
de terminar acostada con tu cuerpo
que me llama a cada instante
y las orquídeas violetas no dejan
de pedir que te siga amando
hasta que no llegue el nunca jamás.

El tabú de tu piel
y esta noche de lluvia sin ti,
mi vidita entera tras la lluvia de agosto...

El gato te mira, te espía, te espera...

A la hoguera del tabú de nuestro amor...

Hercilia Gato 011'









domenica 14 agosto 2011

Carta 3

No sé hasta cuando terminaré de escribirte amor...Esta tarde fue peregrinar en los errores, caer sin poder levantarme, sentir que nada es suficiente si no estás a mi lado.

Te vi, te vi feliz con tu cabello ondulado que tanto adoro, con tus lentes que me dan ganas de quitarlos para besarte de nuevo los ojos...Sabernos nuestros, sabernos felices...

Te escucho, te leo, te veo, te siento, te toco, te hablo y aún no sé si vayas a responder...

Me la paso imaginando que estoy a tu lado, que no hay nada más exquísito que beber tu piel, tu sonrisa a veces tímida, la fuerza de tus brazos cuando me  detienes para no dejarme ir...

Me la paso llorando, no sé  estar fuerte sin objetivos, sin plaes ni proyectos, sin tí a mi lado...

Me la pasé llorando de nuevo esta tarde preguntándome qué pasó  que no estoy a tu lado...Preguntandome por qué me  niego a ser feliz cuando sé que eres la respuesta a mis sueños...

Extraño tu risa, tus ojos, tus besos, tu boca, tu espalda, tu pecho, extraño acurrucarme, o mejor dicho, que me acurruques entre tu cuerpo que me cubre de besos y me ha despertado en las madrugadas para hacerme el amor...

Escribo para tí, mi amor, escribo para decirte  que no quiero estar sin tí porque quiero cumplir nuestros sueños que hoy siento se  ahogan como un barco a pique...

No soy fuerte, tú lo sabes, no tengo más brujula que la de tu cuerpo llamándome, incluso en estas horas  de insomio y somnolencia de lagrimas.

No tengo historias que contarte, más bien desearía  seguir contando nuestra historia, esa historia que me dice mi ser  traspasa fronteras, nubes y capitalismos, sangre y derrotas, esa historia donde ambos cruzamos  caminos para encontrarnos unas noches y ser felices, esa historia del vivieron felices para siempre, esa historia que no eres más que tú en mi dermis...

Ya casí es lunes, y no sé hasta cuando dejaré de escribirte estas cartas, que al fin y al cabo no importa porque no sé si me escuches atravesar tu ventana y decirte (no escribirte) lo mucho que te amo...

Y mi vida al lado de la tuya en un  parasiempre se colapsa, mi única vidita...

Hercilia






Carta 2

Y luego te levantas y miras al del espejo, lo llamas o le pides que se levante....preferiría me llamaras para salir corriendo tras tus besos con esa barba que dices que te cargas desde hace días...

Esta es la segunda carta amor, ni siquiera sé en qué momento volví a escribir,  sé el momento que me borraste de tu pizarra, sé que  duermo y tengo pesadillas....Los demonios me jalan lejos de ti.

Oscurece a las 2 de la tarde, llueve sin agua, hace calor que me hiela la sangre, y sigo aquí en el mar sin tus besos...

Me pregunto si me leerás, si alguien te llevará mis gritos, mis locuras, si arderé en el infierno por lo  tonta que he sido...
Me pregunto qué desayunaste, si ya te bañaste, si te `puedo llevar un café a la cama....

Fantaseo con tu risa, con esos despertares breves, con una vida como la de Tobi y su esposa, simple...todo tan simple como lo hemos buscado...

Me pregunto si aún querrás pasar  tiempo de nuestros días  dejando que te bese...

Son casi cuatro días desde que rompí nuestros sueños, todo se me vuelve cachitos, toda la mar se me hace pequeña si no estás aquí...Tu piel en mi, mis uñas en tu espalda, mis caricias en tus profundos secretos, tus manos vaciándome...

Yo vacía esta tarde...

Me pregunto si alguna vez te podré tocar, mirar, me pregunto si  mañana volveremos al amor...

Me pregunto si me dejarás dormir a tu lado esta noche...

Y al final la única respuesta a mis preguntas termina en tu nombre...tu nombre que tanto odias y que a mi me encanta repetirlo, aunque sea, esta tarde  adentro mío...

Te amo, mi única vidita...

Hercilia






sabato 13 agosto 2011

Carta 1

No sabía qué escribirte, qué hablarte, qué ronronear en tu oído, cómo destaparte entre sueños y hacerte el amor. No sabía, no supe, me puse a escuchar a Silvio con sus Mariposas y me sentí derrotada, frustrada de no hallarte en mi ventana, de que esta noche llueve sin gota de agua.

Quise alejarme, condensar todas mis penas y culpas en una historia y nada surgió, lo único que surge es mi deseo fallido de huir, de decirle que no a tu amor tan puro que hoy me da vergüenza ver mi piel.

Quise llorar como antier, pero sabes bien me cuesta trabajo, solo regreso a lo mismo amor: Tus brazos.

Sólo vuelvo a  esa recamara donde nos encerramos y parecía todos nos veían, donde te confesé que me da miedo la noche, donde me enseñaste a no temer a la noche.

Donde aparecen las fotos que nos tomamos y veo tu rostro alegre, iluminado de amor que me regala esperanza. Quise voltear a verte pero ya no estabas, y aún así siento tu piel en la mía, siento tu voz que gime con mis besos, mi cuerpo que tiembla como primeriza cuando lo tocas, mi realidad trastocada por tu bondad.

Mis letras que no sé si te lleguen...

Mi lucha por que no le quiten el mar a Ursula  ni el cielo a tantos niños, ni las barcas a los pescadores, ni mis sueños de volver a tu lado...

Mis ojos quieren llorar de pena, de amor, de sentir que no respiro si no estás aquí a mi lado y sin embargo saber que te herí...

Y esta noche daría todo por sentir y escuchar que me digas un profundo buenas noches mi amor...

Te amo, creo es lo único que mi ser sabe con certeza repetir hoy...Amor, mi única vidita...

Hercilia 

lunedì 1 agosto 2011

El médico ya no miente

El médico ya no prescribe la dosis del medicamento, deja que tome el clonazepam al libre albedrío, ha de ser porque sabe esta vida es muy mala  leche para la mujer y hay que vivir dopados para enfrentar la realidad.

El médico ya no me dice a qué horas debo dormir, ha de ser porque sabe en esta vida no hay mucho que soñar, no hay mucho que decir, o donde ir.

El médico jamás dice si algún día me curaré, me da las desventajas de la cura, ha de ser porque sabe que es mejor morir a vivir en un mundo de discriminación.

El médico jamás me ha dicho que pueda tener hijos, ha de ser porque sabe se los llevan los padrotes y las matronas o mueren incendiados en una guardería, o son mutilados por una granada.

El médico ya no me dice que coma bien, ha de ser porque sabe vivimos en extrema pobreza y el sueldo no alcanza para comprar la despensa.

El médico ya no me dice que tome agua seguido, ha de ser porque sabe soy hipoglúcemica y en mi rumbo se padece de escasez de agua.

El médico ya no me dice que no haya objetos punzocortantes alrededor cuando caigo en crisis epiléptica, ha de ser porque es preferible cortarse las venas a vivir con la cuenta de heridas machistas que se sufre diario.

El médico ya no dice mantenga la calma, ha de ser porque sabe es inevitable ver como caen los cuerpos ensangrentados en las calles, como mueren los jóvenes acribillados a manos de los soldados, de los pefepos, de los estatales.

El médico ya no me dice no se enoje, ha de ser porque sabe se viven días de rabia, ira e indignación cuando se ve los despidos masivos y los golpes al trabajador.

El médico ya no me dice haga ejercicio, ha de ser porque sabe lo ejercitan a uno en medio del dolor y se camina en medio de arenas contaminadas, mares privatizados y la selva de asfalto llena de rencor.

El médico ya no me dice que todo estará bien, ha de ser porque sabe nada está bien, nada se calma, todo sigue igual y las mujeres seguimos siendo objeto de uso-desecho y compra-venta.

El médico ya no miente, hace muchos años dejo de hacerlo, ha de ser porque sabe que está vida es para arrancarla a arañazos y es inevitable el no luchar por un espacio entre tanto monstruo y trasnacional siembra transgénicos.

Pero el médico nunca ha dicho no se enamore, ha de ser porque sabe en el amor se encuentra la redención y las ganas de luchar.

El médico ya no miente, mi amor...

El médico prefiere dejarme vagar e inventar historias de que algún día, aunque no lo vea, el mundo será mejor, las mujeres correran felices sin ser atacadas verbalmente ni físicamente, ya no torturaran campesinos en la sierra ni serán desplazadas las comunidades.

El médico jamás me ha prohibido llorar, amor...
Esta noche lloro de odio, de saberme mujer y que me duele aceptar soy/somos tratados como ciudadanos de cuarta, muertos de hambre y a balas.

El médico jamás me prohibió hablar, te habla la oscuridad mi vida, la niña vejada, el niño mutilado, la mujer asesinada, el padre muerto a balas, el joven desempleado, el maestro golpeado, Valentina e Inés llorando porque por fin haya justicia, Tita Radilla en espera de ver a su padre, Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera vejados por el éjercito, torturados, Javier Torres  asesinado.

El médico no me dijo que no escuchara, mi vida...

Escucho los gritos de QuetzalCoalt Leija, Marco Antonio López, Maricela Escobedo, Josefina Reyes y todos aquellos que han muerto y aún sigue su crimen en la impunidad, escucho los gritos de la gente humillada porque sabe una minera contamina su comunidad.

Pero el médico no me ha dicho que no te ame, mi cielo, ha de ser porque sabe que en ti encuentro fuerza para seguir o porque soy una necia que duerme con la esperanza algún día que quizás no vea, éste mundo entrara en razón...

El médico ya no miente, y yo, se lo agradezco tanto...

Durmamos contentos mi cielo, que la vida no es una mentira ya, y el sueño me jala a tu lado, amor...

Hercilia Gato 011´



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El médico ya no miente by Hercilia Castro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.


Miedos

Tengo las horas contadas, tan contadas, que no puedo ni cambiar mi testamento (sí, yo sí tengo testamento 27 años ha). Tengo mie...