Me aprisiona con su sexo,
mientras lo cerco con mis piernas, no hemos parado, no hay fin al vaivén de sus caderas, su sexo en mis adentros,
Mi sexo latiendo.
Pensamos, que nuestros guionistas han de andar de putas o drogados, porque no hemos salido de esta casa, de esa cama qué me hace mojar diariamente.
Despertamos, lo beso, ilumina mis mañanas con sólo su sonrisa, me subo en su sexo, el sexo que nos mantiene en vigilia desde hace dos meses y días.
Nada es más placentero que tener sexo con la persona que amamos.
Cogemos, tomamos café, comemos, hacemos algo , cogemos, fumamos, cocinamos, cogemos, fumamos, dormimos, despertamos, cogemos, salimos de compras, regresamos, cogemos, inevitablemente, apasionadamente, todos los días, noches y sus madrugadas.
II
Amanecemos enredados, con dos gatos a los pies, entreabrimos los ojos y me sonríe,
Me voy por un voladero entre su sonrisa que me anuncia el juego del amor,
Entra en mi, de lado, miramos nuestro sexo, buscamos el fuego interminable y nos empujamos al sin fin de la hoguera,
Dice que le gusta quemarse conmigo, a mi también, me gusta su sexo, su excesiva calma que apacigua mis tormentas, que doma mis demonios, que me transforma en ave surcando los cielos, infinito vuelo sobre el mar.
III
No tengo intenciones de huir, no tengo ganas de provocar terremotos en esta vida, todo se reduce a nuestra vida en común ( amasiato, dicen los abogados),
Yo sólo me acerco como gata cariñosa en busca de sus caricias, de su sexo que me penetra los sentidos, de su sonrisa, su sonrisa me ha atrapado.
Él es mi fuego, por el vasto tiempo que desee entrar en mis valles, mis ríos, mis mares, mis sueños.
Hercilia Gato 023'
