Miradas

 Miradas

Vuelvo a tu mirada, regreso a tu boca,

Como un sino del destino (si es que existe), regreso a tu cuerpo,

tu cuerpo vedado por esa distancia que se volvió una cinta de satén 

que regresa mis ojos a tu mirada.

Esa llamarada que prendes en mi sexo, en cada palabra simple

                 que me regalas, en la ternura de tu mirar, 

                       En el deseo que me entregas,  quizá simple sexo.

Tal vez, algo más, aunque ahora ya no busco promesas, más lo que crezca entre ambos,

  Nuestros cuerpos pegajosos de sudor, semen, y orgasmos sin fin.

                Vuelvo a tus ojos, a tu ser, a tu sexo, a nuestras perversiones soñadas.

No creo en el destino, pero si existe, creo el destino me regresa a tí,

Como las corrientes regresando al mismo mar, devolviendo los cuerpos vivos e inertes.

               Vuelvo a tí, a tu mirada que me persigue, y  de la que no quiero salir 

hoy. 

Hercilia Gato 022

Gattos

Gattos

 Los gatos ya duermen en todos lados de la casa,

ni nos conocemos, pero ya somos casi familia,

entran, salen por las ventanas,

pasan por la cocina, entre las paredes,

por el jardín, en el techo,

nos vemos y nos maullamos, como si fuéramos los grandes amigos desde hace años,

desde hace una eternidad,

sin juzgarnos ni criticarnos,

con esa mirada sarcásticamente fogosa y fría a la vez, que sólo los gatos nos entendemos.

Aquí no se necesita amor, sólo miradas de fuego.

Hercilia Gato 022

Incendios

 El incendio de mi cuerpo, 

el incendio de mi sexo, El incendio de mi ternura,

      Lo invisible de mi piel, la ceguera de tus ojos,

El incendio que provocas cuando estás y no, 

                         La vida que se escapa pensando en ti.

Me entretengo tratando de sosegarlo, apagarlo con tus palabras, 

esas que no llegan, mis palabras que no te digo más que al escribir aquí,

      viendo si llegan a la palma de tus manos, a tu desnudez cuando me posees, 

Cuando me tienes.

   El odio y el sentimiento, lo inentendible del destino, de esa figura

                     llamada ironía.

Tanto tiempo, tanta cobardía para regresar y tanto, pero tanto éxtasís

para mojar el incendio. 

                                 Yo no sé qué piensas, pero sí sé que tu oscuridad y la mía se parecen.

Aunque digas no, o no sé si lo pienses. 

                            La simpleza de mis versos, intento de poeta malquerida, poeta maldita, dijiste.

                       Escribo un cuento de ti, pero no sé si tenga ya próximo final.

Mi incendio, mis gatos internos peleando por maullarte o no.

Pelean en un tejado, unos por verte, otros por dejarte, otros por amarte.

Pero les echo agua fría y les comento que no importa ahora lo que piensen, 

          Que tu vida es otra, mientras esperamos a la orillla de un mar en calma 

que brama tu nombre por las noches. 

Cielo de truenos y tormentas en invieno. 

                      Yo escribo solamente para decirte que un abismo nos tragará, 

y será, tal vez, lo mejor.

El amor que te asusta y te digo con letras temblorosas, mojando el fuego

que me provoca tu ser. 

La vida que se nos va, sin compasión, sin saber si habrá mañana.

El incendio que me provocas y consume mis huesos, 

La piel de gata en celo que dejaste prendida y no se acaba aún.

Hercilia Gato 022

             

Obsesiones I

 

Sé que una idea repetitiva, un pensamiento repetido puede ser causa de una obsesión (en realidad esto no lo escribiría sino fuese porque me gusta pensar que estoy un poco cuerda y que mi sentido práctico me mantendrá a salvo), pero todo el viaje no he dejado de pensar en ti. 

No porque seas eso, de hecho, quiero pensar me conoces y sabes  soy una reprimida que nunca dice sus emociones y trata de mostrarse dura, silenciosa, para sobrevivir. En realidad, me condeno a pensarte, me protejo (lo creas o no), con un hechizo, el  mismo que en la madrugada soltaste sin darte cuenta, y que era lo único faltaba,  porue de alguna u otra manera debo hcerlo para que, cuando se me rompa el corazón por enésima vez, no duelas tanto. 

Pienso que a veces nos complicamos las cosas, sobre todo en o que son relaciones interpersonales. Tratamos de evadir a veces la emoción y terminamos destrozados por intentar construir barreras.  Yo trato de calmar mis instintos, aunque te soy honesta, una parte de mi pobre corazón trata de ser frío y no sentir tanto,pero la otra mitad son las ganas inmensas de estar contigo ydecirte la cascada de sensaciones que me provocas. Porque me provocas todo, ganas de estar caliente y el que esté mojada en este instante que escribo.

No he parado de darle vueltas a la idea de tu cuerpo, debería sentirme mal, habiendo crisis en Perú o la violencia en el estado, o que la señora que se sentaba a mi lado, tenía hambre y en Chilpancingo no le alcanzaba para pagar su almuerzo y la ayudamos, con todasesas cosas, debería detener este sentimiento. Pero ahora te siento tan fuerte en mi y tan segura de lo que hay y no, que no pondré atención a nada más que tu belleza acostada. Me encanta verte dormido, sé que parece un poco escalofriante, pero me gusta verte así. Con esa calma que sólo el sueño produce, con toda tu desnudez al lado mío, sabiendo que soy yo a tu lado, aunque no sea duradero. 

Dije que escribiría de tí, de mi, comienzo a hacerlo porque, sabes, no sé si esto que nos reunió es cíclico, en realidad, no quiero volver a verte en 10 años, deseo verte siempre.

Hercilia Gato 022´