martedì 9 agosto 2022

Peterson- El deseo


Peterson 





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El deseo

Aún no me acostumbro a la rutina de Peterson, su trabajo de ir y venir, llegar en las noches después de sus jornadas, de sus largas caminatas en lugares inaccesibles. Los riesgos que corre en cada camino. La poca señal que nos comunica brevemente. 

La lluvia celosa que nos deja a medio hablar. Nuestras rutinas son diferentes, yo cuido la casa, los cuartos, las plantas, el kinder gatuno, cuido mis espaldas de mis vecinos gandallas. El hace veredas de amor, viaja seguido. 

Pero algo pasó estos días, ayer, le dije que le quiero y el contestó que también, "desde hace uuuuuu", pero que no quería asustarme. Ha de ser porque como siempre, desde el inicio soy real, odio mentir. 

Pero amo cuando llega de sorpresa a casa, se da tiempo. La otra noche llegó mientras dormía, apenas reaccioné y abrió mis piernas, metió su lengua húmeda, tibia, hasta adentro, su calor me prendió, no me soltaba y no tuve más remedio que agarrar su cabeza y pedirle más, más, más, gemir hasta la sordera, porque creo le gusta sea escandalosa. No sé cuánto tiempo metió su lenguo y canto en latín sobre mi clitoris, yo me dejo llevar por su deseo, hasta que  explote en su cara como cascada recién formada. 

Luego siguió en mi, con su cuerpo esbelto, joven, firme, duro, tomando mis piernas alrededor de su cuello y metiendo su sexo duro, tibio, en el mío. "Quiero que me cojas", dijo. Y le empecé a acariciar su sex9, chuparlo, tener sus testículos en mi boca mientras disfrutaba, lamerlo de arriba a abajo, hasta subirme lentamente en él y empezar a danzar pegada, pegostosa ppr nuestros líquidos. 

No sé cuántas veces lo hicimos, creo alcanzamos a ver los primeros rayos de sol mientras lo abrazaba y me pegaba a su pecho, mientras volvía a besar sus labios. 

Su deseo me tiene trastornada. Al final, oyra vez le llamaron, se va. Pero este deseo parece infinito, ojalá. 

Le dije que lo quiero, honestamente, él igual. No le puedo pedir más, pero ya le dije, que mientras desee, le puedo dar estos momentos. Aunque, de seguir así, como soy. Igual y en un momento de sentimiento, me enamoro desquiciada de Peterson. 

Aunque aún no sepa a dónde va esto, ni qué piensa él, igual es sólo nuestro deseo, pura arrechera, decimos los costeños........ 

Hercilia Gato 022'

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Miedos

Tengo las horas contadas, tan contadas, que no puedo ni cambiar mi testamento (sí, yo sí tengo testamento 27 años ha). Tengo mie...