En una tarde el viento cae sobre jazmines de amatista que tintinean suavemente mientras galopa un unicornio por el poniente y otro por oriente, se hayan frente a frente y sus miradas se cruzan, se acelera su pulso por mostrar quien es el dueño de los prados con jazmines amatista que brillan intensamente, el viento empieza mas fuerte y giran y giran y giran buscando respuesta a sus reclamos y empiezan un combate danzarín mientras pelean circulan viéndose mientras los jazmines se mecen al ritmo del viento que los empapa con su vaivén y los rayos del sol caen cálidos calentando la piel de los unicornios blancos, corren y corren y se enfrentan, se alzan y empujan con las pezuñas en ataque, uno de ellos emite un estrepitoso relincho y se avalanza contra su oponente, se empujan, se voltean, caen el uno sobre el otro, se enredan y se dan ,la sangre empieza a salir del uno y del otro, la sangre cae como lluvia sobre los jazmines amatista, canta la lluvia de sangre, y los jazmines brillan y brillan hasta que caen ambos, mientras los jazmines siguen brillando con las gotas de sangre y siguen tintineando con los cuerpos gélidos sobre ellos y la música sigue .
tantán.
Hercilia Gato 08´
Nessun commento:
Posta un commento