Soy un grito contenido en una isla,
la gente pasa a mi alrededor contándome sus penas,
Viajan las nubes con el sol quemando,
rojizas, anémicas, abrumadas por el calor.
Pasan los niños alegres en su miseria,
se sientan en la banqueta con la ropa sucia,
flacos, contentos, y juegan lotería
mientras los contemplo.
Fumo otro cigarrillo, pienso lo mismo,
lucho contra la paranoia de los demás,
sus miedos y antepasados,
sus prejuicios y juicios moralistas,
su obsoleto presente,
su pasado feroz,
y su presente lleno de telarañas.
Navego entre islas, observo, espero,
busco la palabra adecuada y guardo silencio,
reprimo verdades (ya demasiada verdad es la impunidad
y la corrupción, los vicios de la humanidad (¿humanidad?), que se cargan, sus marañas mentales)
reprimo sensaciones, reprimo sueños, reprimo deseos...
Me echa mi familia en cara que soy periodista
y gano mal, (el sueldo en estas épocas no es bonante y no me gusta el chayo, lo lamento)
Se enojan los políticos por lo que uno escribe y te mandan seguir,
La gente pregunta y juzga cuando no sale la nota
(disculpe usted, no soy la editorial)
Te cuestiona (me) otros si no tienes miedo de ser lo que eres
y no tener seguridad (le recuerdo que estamos en Guerrero, en México,
un país donde es riesgoso ejercer el periodismo)
Algunos te aplauden, otros tratan de ganar la simpatía,
uno más benigno siente compasión y te dice "échale ganas".
La calle en silencio, es domingo
domingo de muertos, en este país todos lo somos
desde la llegada del PAN.
Lidio contra viento y marea,
no se puede andar entre abismos y religiones,
el qué dirán (ah sí, vivo en provincia, ya recuerdo)
contra las corruptelas del gobierno
y la complicidad de los comodinos,
esos que no quieren abandonar su status quo.
Debato con los espejos, los espejos de los infiernos
interiores del ser, de aquellos
que condenan el aborto, la libertad sexual, que juzga
al preso sin saber si cometió el delito.
Todos son asesinos para el régimen y la sociedad.
Purgo condenas de los conservadores y pienso
"esto no debería ser así".
Cargo demonios, suelto las amarras de mi barco interior,
ese que va por mares tranquilos,
me encierro a escribir, teclear mejor dicho,
y caigo a la cuenta debo ir a una reunión.
Las olas siguen, navego contra corriente y represores,
suspiro alto, necesito gritar
que esto no es lo que quiero, lo que debería ser
-a mi forma de ser-
Grito, he gritado en un desierto,
y yo solo quiero navegar entre mares azules
y nubes multicolor,
soñar con un mundo feliz.
Disculpe usted.
Sólo sé soñar y escribir.
Contra corriente.
Hercilia Gato 012`
Contenido by Hercilia Castro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
la gente pasa a mi alrededor contándome sus penas,
Viajan las nubes con el sol quemando,
rojizas, anémicas, abrumadas por el calor.
Pasan los niños alegres en su miseria,
se sientan en la banqueta con la ropa sucia,
flacos, contentos, y juegan lotería
mientras los contemplo.
Fumo otro cigarrillo, pienso lo mismo,
lucho contra la paranoia de los demás,
sus miedos y antepasados,
sus prejuicios y juicios moralistas,
su obsoleto presente,
su pasado feroz,
y su presente lleno de telarañas.
Navego entre islas, observo, espero,
busco la palabra adecuada y guardo silencio,
reprimo verdades (ya demasiada verdad es la impunidad
y la corrupción, los vicios de la humanidad (¿humanidad?), que se cargan, sus marañas mentales)
reprimo sensaciones, reprimo sueños, reprimo deseos...
Me echa mi familia en cara que soy periodista
y gano mal, (el sueldo en estas épocas no es bonante y no me gusta el chayo, lo lamento)
Se enojan los políticos por lo que uno escribe y te mandan seguir,
La gente pregunta y juzga cuando no sale la nota
(disculpe usted, no soy la editorial)
Te cuestiona (me) otros si no tienes miedo de ser lo que eres
y no tener seguridad (le recuerdo que estamos en Guerrero, en México,
un país donde es riesgoso ejercer el periodismo)
Algunos te aplauden, otros tratan de ganar la simpatía,
uno más benigno siente compasión y te dice "échale ganas".
La calle en silencio, es domingo
domingo de muertos, en este país todos lo somos
desde la llegada del PAN.
Lidio contra viento y marea,
no se puede andar entre abismos y religiones,
el qué dirán (ah sí, vivo en provincia, ya recuerdo)
contra las corruptelas del gobierno
y la complicidad de los comodinos,
esos que no quieren abandonar su status quo.
Debato con los espejos, los espejos de los infiernos
interiores del ser, de aquellos
que condenan el aborto, la libertad sexual, que juzga
al preso sin saber si cometió el delito.
Todos son asesinos para el régimen y la sociedad.
Purgo condenas de los conservadores y pienso
"esto no debería ser así".
Cargo demonios, suelto las amarras de mi barco interior,
ese que va por mares tranquilos,
me encierro a escribir, teclear mejor dicho,
y caigo a la cuenta debo ir a una reunión.
Las olas siguen, navego contra corriente y represores,
suspiro alto, necesito gritar
que esto no es lo que quiero, lo que debería ser
-a mi forma de ser-
Grito, he gritado en un desierto,
y yo solo quiero navegar entre mares azules
y nubes multicolor,
soñar con un mundo feliz.
Disculpe usted.
Sólo sé soñar y escribir.
Contra corriente.
Hercilia Gato 012`
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