giovedì 20 febbraio 2014

El día que espera



Pasan las horas,
pero aún es noche,
falta casi un día 
para verte.

Pero la ansia es más fuerte.

Tormenta de deseos
que bajan por la sábana,
que queman la pantaleta
y dejan fluir el agua.

El agua que me hierve,
me calienta, me moja,
mis dedos bajan aprisa,
buscan calmar la espera.

Esa espera llana 
como un desierto.

Entonces atravieso la cama
y me tiro a dormir,
para no sufrir el delirio,
para no saber que me faltas.

Luego tu beso que llega,
tu cuerpo sobre el mío,
laguna de frenesíes,
de memorias táctiles
y eyaculaciones
desenfrenadas.

Luego despierto en la madrugada
y no me queda más que suspirar
y volver a dormir.

Cuando sueñe despiértame
a besos.

Espero el día,
el día que espera.

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