En mi cabeza rondan mariposas,
y a veces luciérnagas y libélulas,
En mis oídos cantan pájaros,
De mis ojos brotan cascadas cristalinas
Y de mis manos vuelven a nacer arcoíris.
No hay un minuto que no respire sin locura,
Donde me vengan las ganas de volar,
Tener el poder de la oblicuidad y tocarte.
Tampoco estoy teniendo cordura,
se me animan las alas
A gritar cosas empalagosas,
sucias, inmorales, pecadoras,
Se me antoja hacerlo,
pero luego recuerdo que debo esperar.
No sé qué tenga que esperar,
pero seré como una marea calmada,
el mar tranquilo que te moje.
Yo volví a ser quien era,
Pero porque me lo recuerdas,
O tal vez, una parte mía
ya quería volver a enloquecer
de tanta libido.
Por mi ventana naces, ente mis piernas estas.
Hercilia Gato 017
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
Nessun commento:
Posta un commento