sabato 3 novembre 2018

Infierno



Cada quien vive sus infiernos,
el mío, desde hace un año se llama depresión post trauma.

Vi el cadaver de un tránsito frente al ayuntamiento, ejecutado,
Los muertos no me espantan tanto como el llanto de los  hijos,
los deudos, su rostro de impotencia del hijo al lado del poli asesinado.

Escribí de eso, ese es mi trabajo, ¿no?
Pero al día siguiente no me podía levantar, lloraba y lloraba,
si alzaba el brazo, si alzaba el rostro, todo me hacía llorar.

Como hace años la fe se me murio, llamé a los médicos
que me rodean, dijeron: Tienes una crisis nerviosa, vete al hospital a urgencias.

Pero no pude, no podía caminar, tuve que esperar un día completo para calmarme
y después ver a la psic que me transfirió a la psiquiatra.

Unas cuantas sesiones, me sentí mejor, pero hace 2 meses, mi MF
me diagnosticó la misma, depresión. Me canaliza al neuro, cita de rutina,
me pide me someta a tratamiento.

La depresión también sonríe y se carcajea, se burla de
los conscientes, se ríe de su enfermo,
porque sabe, ya vive en su infierno.

Por eso reímos, por eso nos dicen, tan feliz que te ves,
échale ganas, ay, te haces, mientes. Y uno sólo sonríe.

Pero la información no debe parar, tampoco la enfermedad,
dìa que pasa me sale con nuevos síntomas.

Acepté que estaríamos conviviendo a pleitos cuando vi Desobedence,
Cuando la chica judía se acepta lesbiana y le pide su libertad a su  esposo, el futuro rabino.

Yo también pedí mi libertad. Tuve que hacerlo, tuve que
alejarme de un buen hombre para lidiar con mi infierno.

"El infierno está vacío, y todos los demonios están aquí", dijo Shakespeare.
Tenía razón.

Llevo meses así, llevo días que nuevamente intenté suicidarme,
sólo Rosa ha entendido mi grito de auxilio.
Soy ya el grito de Munch.

Soy los ojos azules y vacíos de Nahui Ollin,
Los ojos pálidos y abiertos de Modigliani.

¿Por què esto es un infierno?
¿Por qué me cansé de luchar?
¿Por qué esto es un sube y baja?

No me drogo, nunca lo hice, 2 veces me drogaron a la fuerza (nalbufina y rohipnol) y andaba casi muriendo.
Soy purista, no puedo estar al lado de quienes fuman marihuana porque
por mi eplepsia me provoca dolor de cabeza y crisis el sólo olor.

Sin embargo, si quieren fumarla, haganlo.
Aunque su consumo, mate a los campesinos
de la sierra guerrerense, que viven en la miseria
junto con sus hijos y quedan los pueblos
vacíos, pobres, de emigrar por la violencia,
por la pérdida de un hijo desaparecido, un padre asesinado.

Soy fuerte a diario, marcho contra las injusticias, reclamo, grito, escribo
por ese pueblo allanado y hostigado por los guachos.

Creo en la inocencia de los niños y mujeres que rayan amapola.
Sólo son víctimas.

Doy consejos, voy si me necesitan mis amigos, doy fuerzas,
pero desde hace meses, todo me duele más,
La violencia detonó mi inferno,
luego las cosas triviales la aceleran,
intento no morir, lo juro.

Controlarme, controlar el llanto, aún puedo,
pero como ahora, no puedo.

Ni el sexo puede salvarme del vacío al qu me caigo.

Extraño mucho la cama de hospital, las enfermeras sin encontrarme ya venas,
la comida sin sal, el acomodo ue hacen las enfermeras de la almohada.

Extraño es que sentía más cariño en los hospitales que en el hogar.

Desde que me caí y me operaron dejé la única droga legal, el cigarro, y tomar
clonazepam patologicamente, o tafil.

Extraño a la niña que me robaron, a ella la extraño más.
con su blusia verde con un conejo comiendo zanahoria y tirantes naranjas,
huarachitos blancos y short del mismo color. Sus 6 años.

La extraño reírse, que creía en un diosito y tenía esa ridícula muñeca
que rezaba el ángel de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares,
ni de noche ni de día.

Pero él se la llevó, la manoseó, la lamió, la amenazó,
y la suciedad nunca se fue. Tampoco su grito al diosito aparee llegó a
esos oídos. Los dioses tienen cosas más importantes que atender.

Creo fue la última, o de las últimas y pocas veces que he llorado. Ya trato
de no hacerlo, porque las Balderas, somos machas.

La extraño, cuando ella se fue, supimos que los adultos son malos
y no se puede confiar. También murió la iglesia, dios, los dioses y los santos.

Los libros me salvaron, Fritz & Perls se volvieron mis aliados,
luego me presentaron a Pavlov y al menos, por unos años, el recuerdo se fue.

Luego llegó un monstruo que abrió la cajita de Pandora y el dolor regresó.

Pero ya es 2018, ahora la tristeza viene de todo,
de los muertos, desaparecidos,
asesinados, feminicidios,
de la miseria, de la explotación,
la pobreza de mis emociones,
el desplome de la bolsa,
el derrumbe de mis fuerzas,
el control ocupacional de las fronteras,
el ser humanamente ilegal,
el allanar comunidades,
el desmembrar cuerpos y
tirar cabezas amenazando a periodistas,

La muerte de Gabriel Soriano,
La muerte de Gabriel Soriano,
La muerte de Gabriel Soriano.

Convertirme en testigo, en miserable derrumbe de
edificios sin reconstruir por el temblor.

¿Por qué esto es un infierno?
Me encierro con llave en mi mundo,
en mi cabeza,
lo único que me calma son mis gatos y el mar.

Pero la pesadilla de la calle 13 la traigo dentro,
el infierno es aquí, y ahora,
y ni el amor o el sexo me están salvando.

Mi infierno se llama depresión.

SShhh...No llores.

Las machas y machos no lloran.

Hercilia Gato 018



1 commento:

Héctor Conrado ha detto...
Questo commento è stato eliminato da un amministratore del blog.

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