martedì 19 luglio 2022

600

 


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Nunca imaginé que volvería a la ciudad donde se fraguó la conspiración para darle libertad a este país. Años de no pasar por esas calles.

Tampoco imaginé que estaría en esas calles legendarias, y menos en tu casa, que llegaría por fin hasta ti, después de años de correspondencia y mensajes. Tus cartas eroticas y ese placer que recorre mi cuerpo al leerlas, tus fotos.

Pero ahí estaba, con un nítido paisaje en tu cambiante ciudad. Recién bajé del camión y caminé muy poco para llegar a tu hogar, voy tranquila, disfrutando el lugar porque espero encontrarte.

Tu casa es muy amplia, de paredes y techos altos, con un largo pasillo donde tus plantas y flores de ornato parecían disfrutar el fresco viento, toda de blanco para transmitir paz, un gran patio, tu jardín. Y ahí estás, recargado en uno de tus muros, como esperándome, listo para mostrarme tu estudio cuando en eso llega tu amiga (la llamaremos Vik), una chica muy guapa y elegante, se acerca a ti para marcar su territorio y mirándome de abajo arriba. Lleva un conjunto de pantalón acampanado y blusa de manga larga color blanco, vaporoso, que marcan su torneada silueta y hacen juego con su blanquecina piel y cabellos negros. 

Tú siempre de buen gusto y casual, con un suéter beige y pantalón de vestir color crema, tenis blancos. Casi todo va en los mismos tonos, a excepción las vigas del techo color caoba y tus fotos en los pasillos, las esculturas de cuerpos desnudos en piedra, detalladamente marcados los rostros, todos los detalles. 

De reojo veo que te encierras en el estudio con Vik, pero no me importa más que recorrer tu casa, los pasillos, la azotea desde donde se miran casas del mismo estilo, y ese cielo tan claro que casi toco con las manos. Todo está ordenado, no como la caótica de mi casa, aunque , tengo mi orden dentro del caos. 

Tal vez fue el placer de sentirme adentro de tu mundo lo que me hizo llegar a ti, o las ganas  reprimidas, o la curiosidad. Como sea, ya cuando vi estaba adentro del estudio contigo, tú totalmente desnudo, esperándome erecto, desde hace  mucho, y yo atónita, maravillada de tu belleza. Cuando me di cuenta, mi blusa y pantalón caían al suelo. 

Me posees frenéticamente, me dejo doblar por tus ganas, me recorres con tu lengua de abajo arriba y exploto en tu rostro. Una y otra vez estoy en ti, sobre ti, somos una marea, caballos galopando libres como los de tu escultura. Te beso todo, tu torso, tus brazos, tu sexo ardiendo por mi, para mi, y nuevamente me llenas de ti. No dejo de pensar que eres una belleza. Ni siquiera el cansancio de los orgasmos nos detiene, cogemos como esperábamos hacerlo, como si fuera la última vez que estemos juntos. 

En algún momento pensé qué  rayos hago aquí, pero tu sexo y deseo me hacen olvidarlo, y solo basta mi sexo ardiendo contigo. Me pones de espaldas, me atas de los brazos con una mascada negra, estoy en cuclillas y me disfrutas chupando mis sentidos, tu sexo implacable en el mío, escurro de ti, tu semen que me complace. Adentro, en mi espalda, en mis labios. La tarde comienza a irse. 

Pero todo es inicio y final. Nunca es nada para siempre, apenas lo comprendo o después de descansar nuestra locura, las ganas de tiempo acumulado buscándonos. Nada es para siempre, apenas lo comprendo, y lo acepto. 

De repente me llaman al cel, ya tengo que irme, salgo presurosa y apenas me visto bien en tu pasillo. Vik está afiera, enojada, mientras me visto te reclama, pero no la tomas en cuenta. 

Voy corriendo a alcanzar el camión de la excursión, apenas y llego a tiempo a la terminal mientras la gente ya está arriba. No me percato que vas detrás de mío, corriendo también, como si no quisieras terminara nuestro día. La gente desesperada que quiere irse, cuaneo llegas al andén y me jalas del brazo. Yo llegando tarde, ya es mi sello personal. 

Me tomas por el brazo y te sigues viendo tan bien con tu Jersey que me hipnotizas, me halas a ti, y me das un beso largo y profundo, me pierdo en tu boca. Somos ese final cursi de película,mientras arriba del bus los pasajeros gritan desesperados y molestos al unísono: Vámonos!!. 

Nos despedimos sin ganas de soltarnos, como si alguna vez fuera a volver este día en que por fin, fuimos locura y pasión descomunal, extrañeza, belleza, la gran belleza. Como si este día fuera a regresar, extasiante, sublime, frenético, salvaje, magnífico, mojado de nuestros líquidos impasibles y deseosos de otra vez. 

Subo al autobús, viendo tu sonrisa a lo lejos, dulce y perversa, albergando nuestra complicidad, que haya otra vez. 

Confieso desperté alterada, con esa humedad entre mis piernas, y esa taquicardia post orgasmo, esa sensación de que el sueño fue real y tu cuerpo al lado mío, adentro de mi, aún. 

Pero sólo fue eso, un sueño. Nunca imaginé después de tantos años mi subconsciente te deseara tanto, o que en mis fantasías eroticas ocupas un lugar. Ni tu cuerpo tan perfecto, una belleza. 

Es cierto lo que dices, que la realidad puede ser distinta al sueño, pero ya vi y sentí tu cuerpo, y tú mi humedad. 

Pero qué importa cuando lo onírico se hace real, que te pude tener y tocar. 

Y estuvimos una tarde juntos, por fin... 


Hercilia Gato 022'


Hercilia Gato. 022'






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