mercoledì 20 luglio 2022

Limbo-Lust

 


2
Limbo y lujuria

No sé en qué momento fue que cuando vi, ya había pasado más de un año de que mi lista de aventuras, amigos y amantes asiduos creció y creció, y se convirtió en una vorágine de lujuria.  Pero también, de emociones encontradas, no recuerdo bien en qué momento conocí a Be-Be, y nos involucramos en una relación.

Pero como le decía a Am, yo estaba en la tónica de que todo era sexo y nada más, huía de los compromisos y lastimaba cuando sentía un dejo de cariño. Para mi todos los hombres eran unos patanes que se dejaban llevar por sus instintos. Con él no fue así, cuando me di cuenta, ya estaba enamorada de él, pero nunca se lo quise decir, diario era estar con él, o casi, porque a veces se ocupaba y dejábamos de vernos por su trabajo una semana o más, pero diario nos mandábamos mensajes.

Fue el primero al que le mandaba las canciones más cursis. Sólo he hecho eso dos veces. La segunda con doble E, aunque ahora me ha de seguir odiando por ser honesta con él. Be-Be compartía casi los mismos gustos musicales conmigo, todo iba bien, ya lo he definido como mi remanso de paz, pero las cosas se descompusieron cuando una noche me pidió en su departamento que ya no me fuera de su lado. Eran como las 4 de la mañana y yo, salí de su cama casi corriendo, como gato que le echan un balde de agua fría.

Así íbamos y veníamos, no recuerdo cuántas fantasías le cumplí, ni cuántas veces rompimos y regresábamos. Supongo sabía que en esa libertad que me daba yo le iba con otros. Como aquel empresario fifi que un día me dijo si quería un raid, había salido de una reunión de artistas, y me fui con él en su carro último modelo y, para variar nos fuimos a coger a un motel. Él tendría unos 60 años, aunque por otra persona supe que era más grande. Sin embargo la pericia y habilidad que tienen los mayorcitos dejaría un poco atrás a los treinta y veinte añeros. En un descanso me puse a dibujar, siempre he tenido la maña de llevar conmigo mis colorcitos y libretas de dibujo, por si me aburro en alguna reunión o foro, aunque a decir verdad, retengo más los conceptos e ideas al dibujar que al escribir. Él estaba maravillado con un rostro gitano que había dibujado antes, le vi la intención de pedirmelo, pero no a cualquiera le doy mi arte, tengo que sentir afecto por la persona y ver que valen la pena para regalarles algo, y a veces me equivoco.

Al salir del motel me dejó cerca de casa, nunca permití que me dejaran hasta la puerta, mi vida secreta (casi), era mía y nada más. Quiso pagarme pero yo no lo dejé. Fue hasta la segunda vez que nos vimos que insistió, me negué, pero me convenció al decir: Tómalo como un regalito que te quiero hacer. Habrán sido unos mil 500, por sólo darle placer dos horas, siempre debía llegar a tiempo a su casa, con su señora fifi gorda y anciana, la conocí en un evento en que sin querer nos cruzamos y me la presentó. Bien vestida y llena de perlas y maquillaje.

Alguna vez, con sus regalos compré la despensa y zapatillas nuevas, mi madre me preguntó de dónde estaba sacando dinero para comprar tanto, yo siempre dije que de mi sueldo del ayuntamiento, una total mentira porque la quincena era una porquería, tres mil pesos menos los descuentos. 

II

Yo crecí en una familia hermosa, disfuncional, pero hermosa a su manera. Fui privilegiada al tener educación y cultura, mi madre era bióloga, mis medios hermanos un médico, dos profesores, un ingeniero mecánico y una química, mi padre era poliglota, hablaba alemán, inglés, un poco de italiano y francés, además de que era lector asiduo. Y los libros, esos nunca faltaron en esta casa, menos la comida gourmet, hasta antes de los 90,de la de valuación de Zedillo, los pescadores tenían mariscos y pescados casi gratis en sus casas, la vida en la Costa era más pródiga y buena, después, todo cambió. 

En casa nunca faltaron las buenas charlas, así como las discusiones y escándalos de padre y madre. Pero en los buenos ratos, la política, hablar de socialismo, marxismo, lucha social, la guerra sucia de los 70 y la persecución a estudiantes por parte eel perro Figueroa, y la lucha de Lucio, los copreros, nunca faltó. En esta casa siempre nos asumimos de izquierda, y casi ateos. Mi madre a pesar de creer, rezaba a solas pero jamás nos dijo de ir a misa, a veces, iba a las misas de algún vecino fallecido, pero no recuerdo nos haya obligado a creer. De hecho, mi hermano el ingeniero y mi hermana la química no creen en nada y ella no le enseñó a sus hijos a rezar. Mis otros hermanos hasta más grandes comenzaron a ser creyentes. Mi padre creía en Zeus, Zeus era su dios, y los cuentos infantiles que me contaba, eran los enredos maritales de la mitología griega, las infidelidades de Zeus, los celos de Hera, me hizo amar a los griegos en toda su mitología, mi madre que sabía un poco de latín me enseñaba etimologías grecolatinas, también a leer bien, por leer bien entiéndase comprensión lectora, énfasis, entonación, modulación de la voz y respeto de las comas. Era maestra disidente y luchadora social. Mi padre me enseñaba inglés, y me regañaba por no usar el acento británico, no le gustaba el inglés estadunidense, yo le debatía que tenía que actualizarse con los anglicismos y diferentes acentos. 

Aquí en esta mesa pintada de gatos también se hablaba de sexo, enfermedades crónico degenerativas, prevención, estudios médicos y de mi epilepsia. Nunca percibí tabúes al respecto, media vida o más la pasé viajando a la Cdmx para ir a hospitales, incluso, pasé por el psiquiátrico infantil donde fue que diagnosticaron mi epilepsia, la doctora Ruiz. Después me canalizaron al Instituto Nacional de Pediatría, antes IMAN (Instituto Mexicano de Atención a la Niñez). Poco a poco fui conociendo diferentes enfermedades, una vez íbamos afuera del INP y vimos a un niño con exoftalmia, mi madre me dijo con toda tranquilidad el nombre de su padecimiento y que era normal, su manera de hacer que no me impactara y entendiera que toda enfermedad por más rara que sea es normal, ha sido una de sus enseñanzas más bellas y humanas, a pesar, que a veces tuvo que ser estricta con ella y conmigo. Lo mismo hizo la primera vez que vi a una nena con hipotirodismo (enanismo), poco a poco crecí con términos médicos, preguntando a mis hermanos la explicación, decía mi sobrinito consentido (de 33 años) "Herci, tú eres una mujer por qué, todo lo preguntas". Y sí, a veces me han regañado por usar demasiado la mayeutica, pero a ml me gusta entender, analizar, cuestionar, saber y ser curiosa ante los humanos. 

Recuerdo que a los 8 años mi madre muy seria me explicó el ciclo de la menstruación para que no me espantara, como algo natural y no verlo con risitas y tabú. Me explicó también cómo se da la fecundación y la biparticion de las células, el cigoto, el embrión, la formación del producto, cuándo es un feto y cuando ya es un humano. En la casa de Acapulco recuerdo había frascos con formol y fetos de animales y uno humano, jamás me espante. También libros de biología, enciclopedias médicas, discos de acetato y todo un mundo científico por descubrir, cine, mucho cine y mucha buena música y arte. 

III

No sé en qué fokin momento mi padre y madre decidieron que viviera aquí en Zihua, supongo fue la amenaza de mi padre de quitarme de madre y no dejar me viera más, quiso que se dedicara exclusivamente a cuidarme. No imagino 3l dolor que sufrió al renunciar a ser consejera universitaria de la UAG, cuando sí era Universidad Pueblo. 

Pero su devoción a cuidarme y lograr que no quedara como era el pronóstico en una silla de ruedas o sin poder hablar, o retraso mental, son lo que jamás podré pagarle y agradecerle también a Padre. 

Como hija única y rara, la única niña con que jugaba cuando iba a Acapulco era mi sobrina, le llevo 3 años solamente. Nuestros juegos eran de lo más raros u chistosos, cuando creces con adultos tu mundo lúdico es otro. Recuerdo mi ex cuñado tenía su enciclopedia de dermatologia, y cuando nos dejaban solas jugábamos a espantarnos viendo las fotos de las dermatosis, elefantiasis, soriasis, sarna, la idea era decir qué teníamos, y al final cerrabamos el libro llenas de miedo. 

También jugábamos a ganar en enfermedades :Tú tienes herpes, tú tienes gonorrea, tú tienes chancro, tú tienes sífilis. Ganaba la que decía la peor enfermedad. O jugábamos a brincar la cuerda cantando una canción estúpida qie no sé dónde o cómo inventamos: Queremos comer, queremos comer, sangre coagulada, vómito caliente ". Aburrirnos con tanto libro y caso clínico, jamás!. 

IV
ERAN los 80 cuando mis hermanos se conmocionaron al saber de la muerte de uno d3 sus amigos por Vih-Sida. Era muy niña cuando los vi llorar, al parecer, su amigo al saber el dx se dejó morir, o se suicidó. Fue un golpe para todos. Desde ahí, hablar más con nosotras de cuidarnos, pese a que aún no iniciabamos nuestra vida sexual. 

Anticonceptivos, prueba de Eliza, VDRL, condon, herpes, clamidia, embarazos no deseados, las clases de salud sexual y reproductiva no cesaban. Recuerdo cuando mi sobrino tenía 13 o 14 años, fui yo quien le dio sus primeros condones, aconsejandolo siempre d3 no 3mbarazar a nadie, no contraer enfermedades o infecciones de trasmisión sexual. 

Luego al ya trabajar de administrativo en un Centro de Salud y al participar en los talleres y sensibilización a personal médico, luchar contra la discriminación a las personas viviendo con Vih-Sida, al rededor de mis 25,26,la toma de conciencia de tener sexo con responsabilidad se fue afianzando en mi cabeza. Varios amigos queridos murieron de esa enfermedad. 

Y debo agradecer a mi amiga Eva y mi ex jefe el dr Ade, de estar de apoyo en el extinto Oportunidades. Cada mes se les hacia chequeo a las madres y niños, se les daban pláticas de anticonceptivos, se les aplicaban la toma de pruebas de diabetea, o la toma rápida de Vih-Sida. 

También, estar unos meses en archivo clínico, conociendo las compañeras sexoservidoras* que iban mes a mes a revisión, hasta que llegó el narco a adueñarse de los prostíbulos y prohibieron se les revisara. Y la mejor experiencia, ser parte de la comunidad LGBTTTIQ y apoyarla desde la organización Amigos de Jesús AC. Como peripdista también, cada que nos vemos nos abrazamos, conocemos nuestro trabajo y saben me asumo una de elles, bisexual. 

V
MI consciencia de mi derecho sexual y, a la vez, no sé si definirla sexo patología, comenzó antes de los 24 como he contado, con previa advertencia de una familia de médicos. 

Sin embargo caer en el Limbo de la lujuria, primero por hastío y después por nymphomaniac, ha sido una de las mejores libertades que he ejercido y defendido. Como le decía a Erre, siempre haciendome estudios, siempre yendo al gine, siempre el diu, siempre el condon, a excepción de pocas veces sexo de alto riesgo, siempre, obligatorio, la prueba rápida de vih-sida. 

VI
Lust

Cuando conocí a E, sólo lo veía como objeto sexual, el tiempo que duramos no tuvimos exclusividad, ya lo he contado. A mi sólo me interesaba coger, tener orgasmos u matar el aburrimiento. Igual que Be-Be, nunca hasta ahora que le he pedido perdón por herir sus emociones, no quería involucrarme y cuando sentía amor, mataba eso, engañaba, heria verbalmente, humillaba. Todo, para no sentir absolutamente nada. 

Mi vida los 3 años en el ayuntamiento y casi 3 en el Centro de Salud, era tener sexo y ya. Hace poco un amigo me dijo que aun recordaba el buen sexo que teníamos, pero también, que previo al acto ponía reglas, usar condon, no violencia, no sexo anal, ni nalgadas. Yo no recordaba eso, pero a veces era muy fría. 

VI

Una vez, en una inauguración de un famoso resort en Ixtapa donde estuvo el gobernador Zeferino TorreBlanca Galindo, y que no fui invitadabpor la prensa chayotera, sino por Ek, una chica rusa que en su tiempo libre enseñaba solfeo y pintaba, llegué a la inauguración. 

Lujos innecesarios, luces, fuentes, y una hermosa carpa llena de canapés de salmón, caviar, ostras a la Rockefeller, conchas con vieras (callo de hacha) gratinadas, trufas, una gran fuente de chocolate, pastelillos, vino, champagne, jamón serrano y salmón con melones. Mis compañeros avorazados se servían como si no fueran a comer eso otra vez, a cargo, obvio, del erario. Aunque confieso yo sólo me incliné por las ostras, unos dos canapés, el salmón y una trufa, y una copa de champaña. Ahí estaba Zeferino y sus cortesanos aplaudiendole, yo sólo observaba cuando un señor francés se me acercó curioso de lo poco que había tomado. Me halago por mi buen paladar, yo sólo sonreí, aburrida y con demasiada información que no recuerdo si envié a los "corrillos" de la Jornada Guerrero. Aún no estaba como periodista 24/7.

El messie me invitó a su departamento en otro resort de lujo, dije sí. Era un departamento muy amplio, de buen gusto, con una vista a toda la playa de Ixtapa. Terminamos cogiendo y me pidió mi número de celular. También me invitaba a cenar a lugares lujosos y me daba "regalos". Yo sólo me divertía. Dejamos de vernos cuando extravié mi celular. Vivía solo y quería fuera su amante, pero yo me negué. Esto era sólo sexo. Tal vez, si hubiera aceptado más regalos, tendría una casa en Ixtapa, u otro lugar. Pero la libertad no se vende, no se compromete, menos el cuerpo de una mujer. Igual, y he pecado de tonta. 

VII

Pero no sólo me la pasaba así, tambien estaba metida en todas las luchas sociales, me escapaba del aburrido ayuntamiento y su ambiente corrupto, a excepción, honrosas personas. 

Al iniciar en el periodismo, fue por hobbie, porque una amiga comunicadora me dijo le gustaban mis textos, ahí empecé a escribir crítica política. 

To be continued........... 

Hercilia Gato 022'

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