sabato 30 luglio 2022

Peterson- La llegada






Peterson

I

La llegada

Peterson ha aparecido como una luz que se cuela en un calabozo, como felino ágil a la espera de su presa, así, de repente. Puedo decir que me ha sorprendido. Tal vez sea que hay luces que llegan cuando menos lo imaginas para sacarte de la obscuridad, del limbo.

Pero Peterson ha sido necio desde el inicio, aparece cuando no lo espero. Y llegó, debo decirlo, en medio de un luto que apenas asimilo, que parece más bien un desierto cuarteado por una extraña lluvia. A veces sale, a veces no. De igual forma, los muertos no se van, todavía. 

Tal vez la diferencia de Peterson es su  insistencia, saber de mi, en estos momentos, cuando no tengo muchas ganas de jugar.

Le he dado lo mismo que a todos, una fantasía. Aunque su habilidad fue ser directo, la mía ha sido la de tratar de escabullirme y alejarlo, echarle agua fría como a un gato, es eso, un pequeño gato insistente que pide mi atención!. 

Su otra habilidad es ser un lector curioso, hemos platicado bastante de los personajes que aparecen en una que otra historia, me gusta eso. Dice que debería darles nombre, porque tanta inicial es confusa. Aún no me decido. 

Peterson es joven, él dice que es un pervertido, me cuenta una historia de su vida, le digo que la escriba en un blog, reímos, su risa es escandalosa como una cascada que cae en una carretera solitaria por la madrugada. 

No tuvo desparpajo desde las primeras horas en preguntar sobre mi vida, quién soy (buena pregunta, a veces ni yo sé), traté de ahuyentarlo siendo grosera, pero su curiosidad me pudo más. Le he dado llave de la casa, así, sin más. 

Ayer llegó sin avisar, ya estaba dormida cuando sentí su presencia, su sexo entre mis nalgas, la fuerza de su pelvis, el olor dulce de su piel, su sexo, duro, grande, que me coge sin consideración, me atrapa, yo sólo me dejo ir, gimo fuerte de los orgamos que me provoca. 

No hay nada que lo detenga, sabe que me gusta, que lo deseo, que mientras exista este momento, todo puede ser, yo ahora sé que lo quiero en mi cama, que me gusta su semen y sentirle adentro, tan adentro que me deja adolorida de las piernas, sonriendo. 

Peterson me ayuda a dormir, pero sé que al amanecer regresaremos a la rutina, él a su trabajo, y yo a esperar, esperar es mi actual trabajo. 

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Hercilia Gato 022' 




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