domenica 29 novembre 2009

Él

Él lubrica estrellas marinas en mis adentros,
enloquece montañas mientras me acaricia,
frota sueños fálicos de independencia,
se agita en esta guerra de poderes.


Me ha llevado a reencontrarle
en la quimera septenaria de la lucha,
él, con su cuerpo de onix y suave vaivén,
recluta placeres y cura enfermos
a la puerta de la muerte, los resucita
y da agua al desesperado de ilusión,
Persigue ortigas y atrae jaguares.


Venera mi cuerpo entre la penumbra
sin pedirme regrese, o un te quedarás,
lame mi vida, mis pechos pequeños
que le explotan fuego de libertad,
camina a mi lado-Nunca detrás o adelante-


Nuestro paso nos lleva al mar,
a las colonias moribundas,
o a pueblos sin esperanza,
lleva su verbo bendito para dar alegría.


Fluye su semila de romance
eclesial en mis adentros,
florece de nuevo,
igual que rocío sobre desierto,
callo de hacha en arena putrefacta,
me habla de comunismo,
de perdones e historias mortales,
vive entre la mortandad y la vida.


Se ha encajado de nuevo en mi,
cabalga sobre mi vientre sin pedir respuesta,
besa mi cuello como una historia que vuelve a contar,
busca mis pechos y me abrigo a su torso,
me enrosca,me tira, me recoge.


No hay final para estas noches, no hay inicios
ni falsas promesas políticas,
no hay elecciones manoseadas
ni represores que acusar,
nos amamos.


Y sólo pregunta: Te quedarás esta noche?

Y sólo dice: Quedate a dormir, no quiero te vayas.


Pero sabe bien, no estaré,
iré tras sus pasos sin que lo vea,
florecen orquideas en mi cuerpo,
cascadas y leche fluyen de las entrañas,
pero sabe bien,
a su exhausto cuerpo caído en mi,
volveré...


Sin promesas ni planes por componer al mundo,
el mundo es el sueño,

hemos empezado a crear nuestro sinaí de amor.

El juego del fuego

con agua bendita le sigue,

-Nos siguen los mismos gigantes,
luchamos contra esa oquedad llamada desilusión-

Mientras, su cama me pide volver,
al reencuentro de la loca noche
sobre su cuepo onix,
sobre su boca que aloca
y me hace vibrar


Y dice:Estás temblando

Lo que no sabe, es qué solo con él,
mis piernas son tumbo que le ama
como las mareas de octubre,
y me hace vibrar.


A la espera del re encuentro
de nuestra lucha diaria en éste
caliz de éxtasis

y lucha contra los represores.


Sembrará girasoles de justicia,
y manantiales de pasionaria
en éste fragil cuento
de infinito amor...


Él,mi regreso
al sin retorno
de su cuerpo
qué hace nacer el amor,
Él...

Sobre mi cuerpo trepidatorio
que busca y encuentra
pasiones...
Locuras para la esperanza
de un mundo

mejor


Hercilia Gato 09´

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