venerdì 21 ottobre 2011

Una hora

Me obligo a dormir para no pensar en ti,
dibujo letras de colores, abro ventanas y vuelo.
la lluvia finita es.

Repaso momentos, hilo historias, la historia que contaré mañana,
pasado,
-algún día te contaré cuentos para dormir como Sherezada-
Me escurro entre las orillas de mis mundos,
escarbo la arena y un caracol me canta,
Tita brinca y baja a beber agua mientras me ronronea,
mis ojos se van tras ella y pienso en iluminar,
pienso en reconstruir y pensar en un futuro mejor
aunque las balas y la miseria no nos dejen en paz.

Una hora y media desde que piensas en morir, yo marchito letras
para después ponerla a secar al sol y venderlas como souvenir.

Una hora y treinta y dos minutos mientras me sigo preguntando
por qué quieres ser infeliz? cómo y en qué fallo?

-Es inevitable esta sensación- la lluvia rebota en el suelo mientras tecleo,
No veo más que vida y luz ahora, luz entre las sombras,
difuminada y con cara de niña-pero no aquella que murió hace 25 años-
veo a una niña serena brincando la reata, jugando al resorte.

Me alegro, me sonrío...

Es la primera lluvia sin dolor-me siento un poco egoísta-
Es la primer temporada de sueños por forjar,
-no me tocas, no me duele-
Precipito actos, soy sacerdotisa, hago magia,
cambio cacharros, limpio alacenas, invento historias, pulso verdades,
pero no te toca mi felicidad.

Te busco entre mis caminos, entre mis veredas-no te hallo-
Pero la piel te sigue de memoria, sigue tu calidez,
la humedad de tus besos, tus ojos de ciego, tu poesía que se enreda
en las piernas, que me trasporta, me hala, me jala, me exhala, me besa.

Esa imagen de hombre fuerte, de hombre cayendo en vértigo desimismo
Esa piel de tamaño ideal, exacto a la entrada de mi sexo,
Esa cosa de decirte te amo y nada más.

Pero no esta noche mi vida,
esta noche no me toca tu amargura, me toca la frustración
-me siento frustrada por no hacerte feliz-
Se me acerca un colibrí y se posa en la mano,
brinca sobre mis hombros, me promete que todo estará bien
aunque de antemano sepa todo lo he creado,
dulce mentira decirme estoy bien, todo está bien
tú no me lo dices, dónde quedaste a la orilla del río-

Escucho a Ellis Regina, abrazo sus aguas de marzo y pienso en ti,
-nomás tantito para no hacerte costumbre-

Vuelta a la lluvia, pensando en ti,
-tu ruleta rusa en mano-
destornillo vinos imaginarios, bebo a tu salud,
a la salud de tu tristeza, la salud de tu inseguridad,
la salud de tu ansiedad,
-te hace feliz ser así, nada podré hacer-

Te veo sentado, esperas un tren que no pasa
y te aturdes...

A lo lejos, te observo dormir
y no puedo tocarte...

Esta noche no, cariño mío,
mi amor...
-De repente siento que soy la que no estoy-

Esta noche no, mi amor...

Y sin embargo, mi piel consumida en fuego, te llama...

Hercilia Gato 011`




Licencia de Creative Commons
Una hora by Hercilia Castro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

Nessun commento:

Miedos

Tengo las horas contadas, tan contadas, que no puedo ni cambiar mi testamento (sí, yo sí tengo testamento 27 años ha). Tengo mie...